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6.10.2013

Sudáfrica en vilo por la salud de Mandela, que sigue muy grave

El ex presidente de 94 años, líder de la lucha contra el apartheid, fue internado el sábado. Hermetismo oficial 

PRETORIA.- El ex presidente sudafricano Nelson Mandela se disponía ayer a pasar su tercera noche en el hospital en el que fue internado el sábado en estado “grave” por una neumonía, mientras que Sudáfrica permanecía dividida entre la inquietud, la resignación y el deseo de que tenga un final digno. 

Desde el anuncio de su hospitalización, en la madrugada del sábado, la presidencia todavía no dio ninguna información oficial sobre su estado. La última información médica indicaba que su situación era “grave pero estable”. Según los periodistas, Mandela habría recibido dos veces la visita de su familia en el hospital de Pretoria donde los medios creen que está siendo tratado. Sin embargo, la presidencia se niega a confirmar el lugar de su hospitalización.


VARIAS INTERNACIONES
El ícono de la lucha contra el apartheid (sistema de segregación racial) cumplirá 95 años el 18 de julio. En dos años y medio, ésta es su cuarta internación por un problema pulmonar, sin contar una visita al hospital para someterse a una serie de exámenes.

Aunque se suceden los deseos de una pronta recuperación, esta vez las voces que dicen que incluso los héroes tienen derecho a morir se han hecho más fuertes. “Es hora de dejarlo partir”, tituló ayer en primera plan el diario Sunday Times, con una foto de un Mandela sonriente y saludando con la mano, en un gesto de adiós. “Ahora la familia debe dejarlo para que Dios intervenga a su manera”, dijo al Sunday Times Andrew Mlangeni, un viejo amigo de Mandela, que resume una opinión ampliamente compartida en las redes sociales en las últimas horas.

En Twitter los llamados para dejar ir a Mandela se acumulaban: “Hay que rezar para que Tata Madiba vaya bien o para que Dios lo libere de sus sufrimientos? Creo que es hora de que lo dejemos ir”, escribió un usuario de la red social. “Tata” (padre) y “Madiba” (el nombre de su clan) son dos formas respetuosas y afectuosas de dirigirse a Mandela en Sudáfrica.

El Nobel de la Paz de 1993 apareció debilitado en las últimas imágenes que se filtraron en abril, durante una visita a su casa de las más altas autoridades del país.

Mandela había estado internado por última vez a fines de marzo, durante diez días, también por una infección pulmonar, probablemente vinculada a las secuelas de una tuberculosis que contrajo durante su encarcelamiento en la isla-prisión de Robben Island, frente al Cabo. Allí pasó 18 de los 27 años de detención en las mazmorras del régimen del apartheid, picando piedra en medio de una polvareda que dañó para siempre sus pulmones.

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