Científicos mexicanos estudian una pieza de ámbar amarillo que conserva restos de tejido blando de una lagartija completa de hace unos 23 millones de años.
El pequeño trozo de ámbar amarillo fue hallado hace unos meses en los yacimientos de Simojovel, al norte del estado sudoriental de Chiapas.
El hallazgo es valioso por el hecho de que se han conservado restos de tejido blando de la lagartija, que de forma provisional ha sido identificada como una nueva especie del género Anolis. El antiguo reptil, bautizado como 'Luna', mide aproximadamente 4,5 centímetros de largo por 1,3 de ancho.
Francisco Riquelme, del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destaca que se trata de "un animal completo y articulado que preserva además restos de tejido blando y de piel".
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