La Policía de Galicia informó que mantiene bajo arresto por "imprudencia" al maquinista del tren que descarriló, en la noche del miércoles, cerca de Santiago de Compostela.
La detención de Francisco José Garzón se concretó el jueves, en el hospital donde permanece internado, según dio a conocer el jefe superior de la fuerza, Jaime Iglesias, en una rueda de prensa.
Según el funcionario, el conductor quedó "imputado por un hecho delictivo vinculado a la autoría del siniestro" y su declaración policial podría tener lugar "en cualquier momento", según lo permita su estado de salud. Lo hará en carácter de "sospechoso de un crimen vinculado a la causa del accidente".
Fuentes de la investigación citadas en varios medios de comunicación españoles (como "La Voz de Galicia", el diario "El País" y la agencia de noticias EFE), Garzón, de 52 años, habría admitido inmediatamente después del accidente que tomó la curva a unos 190 kilómetros por hora, más del doble de la velocidad máxima permitida en ese sector.
Aún se desconoce si el accidente se debió a una falla técnica que haya impedido reducir la velocidad en la curva -que sigue a una recta donde el tren puede avanzar a 200 kilómetros por hora- o bien a una falla humana.
En la conferencia de prensa se dio a conocer también la cifra de víctimas confirmadas por los forenses: 78 muertos, además de más de un centenar de heridos.
El coordinador jefe de la Policía Científica, Antonio del Amo, señaló que el número de decesos se redujo de los 80 informados el día anterior por las complejidades propias del reconocimiento de cuerpos: en el proceso, explicó el experto, se pueden considerar algunos restos humanos como de diferentes personas pero finalmente determinarse que pertenecen a una sola.
La caja negra
El jefe policial, Jaime Iglesias, detalló además que la caja negra del tren está bajo custodia, pero que no ha sido abierta.
"No se va a hacer nada con ella", señaló, hasta que haya un acuerdo con las autoridades judiciales.
Como las grabadoras de los aviones, el dispositivo contiene datos sobre el recorrido del tren, como la velocidad y la distancia de frenado, que podrían echar luz sobre el accidente.
Ambos conductores salieron ilesos del siniestro. Según el diario "El País", cuando estaban atrapados en la cabina del tren y aún desconocían la magnitud del accidente, uno de los conductores se comunicó con sus colegas de la estación.
"¡Somos humanos! ¡Somos humanos!", repetía, según el testimonio publicado, atribuido a fuentes de la investigación. "Espero que no haya muertos porque caerán sobre mi conciencia", habría dicho.
La agencia EFE informó que uno de los maquinistas supuestamente comentó en una comunicación telefónica: "Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer".
En tanto, en Galicia se ha observado un minuto de silencio por las víctimas. El presidente de la comunidad autónoma, Alberto Núñez Feijóo, había declarado un duelo de siete días en la región.
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