CINCINNATI, Ohio -- Una pésima semana selló el destino de Dusty Baker. Los Rojos decidieron que no seguirá como su manager.
Cincinnati no le perdonó a Baker cerrar la campaña con seis derrotas en fila, incluida una en el juego de wild card. Tampoco toleraron no pasar de la primera ronda de la postemporada por tercera vez en fila, ni todos los abucheos que resonaron en el Great American Ball Park.
En vez de retener a Baker para que lo volviera a intentar, los Rojos lo despidieron el viernes, para divorciarse del dirigente que los condujo en su etapa más exitosa desde la Gran Maquinaria Roja, pero que no pudo llegar lejos en los playoffs.
"Quizás el momento había llegado, porque estaba empezando a recibir abucheos y correspondencia insultante y cosas así", dijo Baker en una conferencia telefónica. "Así que quizás era el momento de irme".
La decisión se produjo después que los Rojos perdieron el martes 6-2 en Pittsburgh en el partido de wild card, su sexto revés en fila. La mala racha en la semana final fue un factor crucial en la decisión, indicó el gerente general Walt Jocketty.
"Influyó la forma que jugamos al final", señaló Jocketty. "Pero creo que la forma que terminamos la temporada fue el clavo final".
"Los seis últimos juegos tuvieron mucho que ver en esto", agregó.
Baker tenía un año pendiente en su contrato por dos temporadas, que firmó en octubre de 2012.
Cincinnati es el cuarto equipo que se queda sin dirigente desde el final de la temporada. Davey Johnson se retiró con los Nacionales, Eric Wedge se fue de los Marineros y los Cachorros cesaron a Dale Sveum.
Baker tomó las riendas de los Rojos en 2008, y tuvo tres campañas de al menos 90 victorias, además de disputar los playoffs en tres de los cuatro últimos años, su mejor racha desde que los Rojos ganaron dos títulos de Serie Mundial en la década de los 70.
Sin embargo, Cincinnati no pudo superar la primera ronda de la postemporada.
"Sentimos que se necesita un cambio si queremos que esta organización siga progresando", expresó Jocketty.
Baker, de 64 años, tuvo marca de 509-463 en seis temporadas con Cincinnati, tercero en la lista histórica de triunfos detrás de Sparky Anderson (863) y Bill McKechnie (744). En tres ocasiones ha sido elegido como manager del año en la Liga Nacional.
El ex jardinero de los Bravos y Dodgers es apenas uno de seis managers con al menos 300 victorias con tres equipos distintos, y llevó a los Gigantes, Cachorros y Rojos a los playoffs en siete ocasiones, pero sin ganar una sola Serie Mundial.
Lo más cerca que estuvo de coronarse fue en 2002, cuando sus Gigantes perdieron la Serie Mundial ante los Angelinos.
mlb.com.es
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