Es necesario informar que la acción de Piera desencadenó un escarceo internacional, que fue más allá del momento en que el presidente de Ecuador, Rafael Correa, se pronunció en contra del maltrato al representante bolivariano.
En efecto, todo vino luego de la atropellada entrevista al embajador Alberto Castelar Padilla, que si bien mostró ser un entrevistado difícil de manejar, no menos cierto es que Piera perdió totalmente el control de su propio espacio de televisión.
De esa manera, la autodenominada “periodista de investigación” acabó de demostrar que carece de las condiciones más elementales para desempeñar el oficio de informadora, aún se le reconozca como una de las principales figuras de la televisión local, pero su talento básico es como conductora.
Ya lo habíamos escrito al ponderar que tanto Nuria como Roberto Cavada son incapaces de desarrollar buenas entrevistas con personajes noticiosos, situación que denotan aún más si se trata de inquisitorios en directo, o sea, “en vivo”.
Pero de regreso al tema de Paloma Martínez y el lio que causó Nuria con su despido, resulta que esa comunicadora es sobrina de dirigentes del partido de gobierno, entre ellos, uno que fue ministro de la Juventud (secretario más bien), otro que es diputado y fue director de Tránsito y otro que está en el servicio exterior, en Ecuador precisamente.
Tras enterarse el embajador Castelar de que Paloma fue cancelada por tomarse una foto junto a él, se lo hizo saber a su presidente Nicolás Maduro, quien se comunicó con su homólogo dominicano Danilo Medina, que a su vez llamó al presidente de CDN, Manuel Estrella.
Ante esta situación, Nuria optó por llamar al tío de la joven en Ecuador y presentó sus excusas, pero se negó de manera terminante a rectificar su posición de cancelarla, ya que como todos saben, ella es incapaz de autocriticarse en público.
Por Johnny Arrendel/ Merengala
Directora TV dominicana irrespeta a Maduro y despide a periodista por foto con embajador venezolano
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