Si bien el video parece estar ambientado en el Antiguo Egipto, la introducción de un símbolo extemporáneo puso en problemas a Katy Perry.
En el minuto 01.15 de la canción perteneciente a PRISM, su último álbum de estudio, se puede ver a un hombre con dos medallones colgando. Uno de ellos tiene la inscripción "Alá", que significa Dios en árabe.
Tras la utilización de un extraño poder, un rayo impacta sobre el hombre y lo convierte en arena, junto a sus collares. Esto provocó indignación en parte de la comunidad musulmana, que lo consideró una ofensa injustificada.
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