Si tu nueva pareja tiene más de dos, evalúa qué tanto te gusta para ver si debes continuar con él, como lo reseña la Revista Fucsia.
1. Que hable interminablemente de la ex: todos tenemos un pasado amoroso, hemos protagonizado algún tipo de historia de amor y es inevitable que ello influya directamente en la manera de relacionarnos con las siguientes parejas. Sin embargo, resulta muy incómodo cuando las personas comienzan a llamar a los recuerdos afectivos de manera recurrente y a hacer comparaciones innecesarias. Aunque todos hallemos relaciones mentales y establezcamos quién es mejor en qué, a toda mujer (y hombre) gusta la idea de ser la panacea en temas de amor y sexualidad. Cuando una persona siente la necesidad de hablar de su ex pareja todo el tiempo o de exteriorizar sentimientos acerca de otra persona mientras está en una cita, es indicio de que no está lista para asumir una nueva relación.
2. Que sea tacaño: nada peor que un tipo que no se meta la mano al dril ni por equivocación. La tacañería masculina, sobre todo en Latinoamérica, es una característica aborrecida. No se trata de que el sujeto tenga que gastarse todo el sueldo en una salida a comer, solo una mala mujer exigiría eso, sino que tenga la creatividad para encontrar y proponer planes interesantes que se acomoden al bolsillo propio y al gusto de la mujer que quiere conquistar.
3. Que no escuche: aquellos que están tan preocupados por lucir bien, por ver más allá del escote, o por demostrar que saben y han vivido mucho, no están realmente participando de la conversación, sólo se preocupan por lo que ellos tienen que decir y por eso es difícil seguir un hilo de conversación que tu propongas.
4. El sabelotodo: no hay nada más fascinante que un hombre elocuente y de mundo, que conoce a partir de la experiencia y la lectura el funcionamiento de la humanidad; pero cuando surge aquel individuo que cree que lo sabe todo porque ha leído un par de libros y se siente con la autoridad para aleccionarte en todo tema, resulta completamente ridículo e incluso fastidioso. Es el típico comportamiento que nos hace blanquear los ojos.
5. Que no tenga metas claras o sueños por cumplir: todos hemos tenido etapas de desorientación, no estar seguros de que nos gusta lo que hacemos, no saber para dónde vamos, pero ello no quiere decir que la capacidad de proyección deba difuminarse hasta tal punto que cualquier cosa que venga está bien. Para un personaje de este talante conquistarte es cuestión del destino, no un mérito propio.
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