La temporada es la clave para saber qué se venderá en las calles. En ocasiones mangos y aguacates son los productos para hacer negocios y dependiendo de la producción también se venderá cebolla, ajíes, zanahorias, tayotas, y hasta huevos, salami y gallinas peladas son ofrecidos. Estos vendedores ambulantes tienen diferentes modos de operar. Unos salen por calles y barrios ofertando la mercancía mediante molestosos altoparlantes. “Venga vecina con la olla en la mano. Plátanos a cinco, guineo a peso, huevos a cuatro, yuca a siete”. En ocasiones se quedan parados en medio de la vía hasta realizar su venta. En sectores de calles estrechas esto representa un desastre.
Otros en cambio se paran en lugares estratégicos por su ubicación y realizan su venta desde allí. Casi siempre toman esquinas importantes por tener paradas de guaguas o carros en sus proximidades, lo que les garantiza un flujo constante de clientes. Apoyan su venta en la exhibición de las mercancías en la cama del vehículo y un cartel con el precio del día. (Ver texto completo)
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