
Las autoridades esperaban poder controlar el fuego en las próximas 48 a 72 horas y luego investigar el origen del siniestro, realizar una evaluación de los daños e iniciar la reconstrucción. Según el último balance oficial, el incendio destruyó por completo 2.000 viviendas, dejó 8.000 damnificados y 10.000 evacuados, de los que 1.200 pasaron la noche en albergues y el resto en casas de familiares o amigos.
De los 12 fallecidos, la mayoría eran personas mayores que no lograron salir a tiempo de sus viviendas, como una pareja de ancianos que se negó a dejar su casa y fue encontrada calcinada, abrazados en su cama, explicaron sus vecinos a medios locales. El fuego iniciado el sábado por la tarde ha quemado 850 hectáreas hasta el momento. Tiene un perímetro de 22 kilómetros y unos 6 kilómetros de largo, según la Corporación Nacional Forestal (Conaf). Las llamas afectaron a los cerros donde residen los sectores más pobres, con casas de madera y lata que se encaraman en las pendientes, a veces sin permisos de construcción y lejos de los grifos de agua que necesitan los bomberos para combatir las llamas. La zona del puerto de Valparaíso, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2003, se mantenía a salvo del fuego.
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