El peor desastre minero en la historia de Turquía, con al menos 274 muertos y cuya cifra a todas luces se incrementará, ha ahondado la división de la sociedad turca con una sucesión de manifestaciones por todo el país e incluso intentos de agresión contra el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.
Los familiares de los obreros fallecidos en la mina de carbón de Soma, donde el martes se declaró un incendio, se abalanzaron sobre el primer ministro cuando visitó la ciudad.
Erdogan tuvo que refugiarse en un supermercado, mientras que su entorno quitó la matrícula oficial a su coche para evitar que se convirtiera en blanco de la muchedumbre.
La rabia apenas contenida de los mineros se contagió a decenas de ciudades en el resto del país y se registraron choques policiales tanto en la capital, Ankara, como en Estambul y Esmirna. Leer más en listin.com.do
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