La joven originaria de Letonia asegura que tuvo una infancia normal en su pueblo, pero desde muy pequeña por ser muy delgada y rubia la gente la empezó a comparar con una Barbie.
Esa idea permaneció en su mente y según fue creciendo cuando su cuerpo se desarrolló se acomplejó porque tenía el busto pequeño.
“Odiaba mi talla A. No me gustaba como me veía, estaba acomplejada. A esa edad no sabía sobre las cirugías plásticas, pero siempre soñaba con parecerme a una muñeca sexy con enorme busto y labios absurdamente grandes. Me encanta como se ven las muñecas y lo sexy que son. Son tan brillantes y atrevidas. Esa es mi fantasía”, dijo Wild al medio británico Mirror.
Wild comenzó a modelar a los 20 años y fue entonces cuando supo sobre las cirugías plásticas, lo que representó para ella una manera de cumplir su sueño.
Con ahorros y la ayuda de su novio, un empresario, la joven comenzó a operarse en el 2011, año en que se hizo tres aumentos de seno.
Actualmente además tiene implante en los labios y Botox.
La mayor satisfacción que le da su apariencia es las miradas que provoca cuando camina por Cannes, en Francia, donde reside.
“¿Quién no quiere ser tratada como una muñeca? Es una apariencia tan sexy. La gente se me queda mirando en la calle y me encanta la manera en que llamo la atención”, afirmó.
Fuente: elnuevodia.com
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