En los primeros meses del embarazo, Jenna y Dan tuvieron una pésima noticia: su bebé tenía una rara enfermedad que no le permitiría sobrevivir fuera del vientre de su mamá. Fue diagnosticado con anencefalía, una malformación cerebral congénita que tiene como característica la ausencia parcial o total del cerebro o cráneo.
Jenna y Dan se conmovieron, pero tomaron la noticia con calma. Sabían que Shane no sobreviviría mucho tiempo. En la mayoría de los casos, estos bebés no pasan las primeras horas. A lo sumo, unos días, pero no más que eso. Ellos lo sabían y quisieron darle todo durante el tiempo de gestación y el poco tiempo en que estuvieran entre ellos. (Leer mas clic aqui)
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