En estos momentos se libra la lucha más fuerte contra los dos carteles de la droga más poderosos que operaban en el país, y cuyas cabezas son Winston Rizik, quien guarda prisión en La Vega, y Pascual Cabrera, quien está prófugo. La aseveración es del Procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito, quien explicó que ambos tenían grandes conexiones con sectores militares, políticos y de influencia. Esos grupos, a los que se les atribuye la muerte de más de 100 personas por conflictos entre sí por la distribución de drogas, lograron evadir todos los sistemas de seguridad de la República Dominicana. Otro capo importante es el prófugo Pascual Cordero, alias El Chino, quien supuestamente dirige la distribución de drogas en el Distrito Nacional y la Provincia Santo Domingo, ya que su negocio es importar narcóticos.
Ese mapa delictivo fue descrito por Domínguez Brito al destacar la vinculación de esas dos bandas con el asalto perpetrado en la cárcel Najayo-Hombres, el pasado 24 de octubre, y que dejó un saldo de seis muertos y diez heridos. En su comparecencia en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio explicó además que para perseguir a los referidos imputados el Ministerio Público no solamente se enfocó en incautarles trazas de drogas, sino en ocuparles bienes procedentes de sus negocios ilícitos.
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