SANTO DOMINGO. El vehículo de Luis Abreu tiene capacidad para 10 pasajeros, pero solo pueden ir dos. La furgoneta de José Bonilla no transporta carga porque siempre está llena. ¿La razón? Ambos tienen sus vehículos llenos de bocinas, y lo hacen porque gustan de lo que califican como un pasatiempo costoso: la música a todo volumen.
"Puedo estar enfermo y si escucho música me sano", afirma Bonilla, un negociante de bienes raíces de 50 años de edad y 10 aficionado a la llamada música a 12 voltios.
En el ambiente "musicólogo" es conocido como JR. Su furgoneta, bautizada como "La JR 5.0, la rebelión de las máquinas", tiene bocinas en el interior, en las puertas traseras y en el techo. Estima que le tomó seis meses preparar el vehículo, una Chevrolet del 2006. Cuenta que ha ganado 112 trofeos por las capacidades de los sistemas de sonido que ha instalado en cinco automóviles en una década. [Más destalles diariolibre.com]
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