En una gelida noche en el Fenway Park, la casa de sus archirivales de toda la vida, los Yankees festejaron doble el batazo de A-Rod, que además de ser histórico, quebró un reñido empate en el octavo inning.
Rodríguez, nacido en Miami de padres dominicanos, bateó de línea sobre una recta de 94 millas por hora del relevista de Boston, el japonés Junichi Tazawa, para depositar la pelota en las gradas del jardín izquierdo del llamado Monstruo Verde.
Este fue también su primer cuadrangular de su carrera como bateador emergente. (Continuar leyendo)
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