EL NUEVO DIARIO, SANTIAGO.- Con las aguas subterráneas envenenadas por las compañías mineras y los ríos, arroyos, lagunas y charcos, convertidos en cloacas debido a los desechos arrojados por empresas y familias residentes en sus riberas, más la actual sequía, anuncian catástrofes amargas para los dominicanos, “si el Todopoderoso no derrama sus lágrimas compasivas y bondadosas”.
Los augurios no son alentadores, aunque no se puede perder la esperanza, y en ese tenor, de continuar “la tacañería de las lluvias”, en dos meses, la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago (CORAASAN), enfrentará un déficit de un 50 por ciento de su producción del vital líquido, por lo que desde ya se propone a recurrir a la construcción de pozos tubulares.
Actualmente, el nivel del embalse de la presa de Tavera – Bao, es de 313.80, y de situarse en 309.00 podría llegar a niveles tan críticos que apenas brindarán un día de agua. Texto completo
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