SANTO DOMINGO. Afuera, con pulidoras y soldadora en las manos, una pareja de herreros prepara los metales de la parte frontal del estadio Quisqueya, y en el terreno un grupo avanza en la adecuación de la media luna tras un verano seco en el que el césped es adaptado para fútbol, y se cubre toda la zona roja (infield).
Pero donde mayor intensidad de trabajo se percibe es en la oficina de boletería, con el sonido de las impresoras, con las llamadas telefónicas de abonados cerrando sus compras o procurando el nivel de avance de sus localidades para el venidero torneo otoño-invernal, que arranca dentro de un mes.
Diómedes Castellanos, encargado de boletería y terreno del parque, no ofrece cifras, pero asegura las ventas de reservas para el próximo campeonato marchan a un sorpresivo buen ritmo, tomando en cuenta la temprana eliminación de los inquilinos del parque la campaña pasada. Texto completo diariolibre.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario