La radio musical española nos ha fallado. O, por lo menos, ha fallado a cierto espectro de su público potencial. Está claro que no ha fallado a los que sintonizan las diferentes declinaciones del mainstream.
Ellos están representados. A los que ha fallado es a los que pusimos nuestra educación musical (y sentimental) en manos de Radio 3 y periferias. Y no sólo a nosotros: la alarma tendría que haberse disparado cuando nuestra radio musical independiente no supo renovarse o morir para ajustarse con frescura y brío a las necesidades de las nuevas generaciones, esas para las que el concepto “radio” no está necesariamente ligado a las ondas, sino a Internet.
Beats 1 podría cubrir esta carencia. La radio de Apple Music apareció hace unos meses como la mejor baza del servicio destreaming musical de Apple para competir contra Spotify: una emisora que ha sabido hacerse con algunos de los presentadores más relevantes de la radio mundial y repartirlos por el globo para que capturen y reproduzcan lo mejor de y desde Los Ángeles (que es donde se ha asentado el mítico Zane Lowe, uno de los valores básicos de BBC Radio que Apple “robó” al gigante británico), Nueva York (Ebro Darden) y Londres (Julie Adenuga).
Heredando el modelo de BBC Radio 6, Beats 1 ha atraído a todo un conjunto de músicos para que presenten sus propios espacios: Elton John, Drake, HAIM, Mary J. Blige, Dr. Dre, A-Track, Pharrell Williams, St. Vincent… Cada uno aporta su visión y, sobre todo, entre todos completan un abanico de géneros capaz de contentar a una amplia variedad de oyentes. El único requisito es que esos oyentes estén fuera de las ondas, y eso excluye a los que siguen escuchando la radio a través de su transistor y no a través de sus ordenadores y smartphones.
Beats 1 encarna un modelo solvente de radio para el siglo XXI: una radio en la que el directo es una posibilidad, pero no la única, y donde la realidad inmediata es ese “a la carta” hacia el que la televisión se dirige a velocidad de vértigo.
El oyente puede escuchar los programas cuando y donde quiere, e incluso puede saltarse las partes que le resulten aburridas (algo que horrorizará a los fundamentalistas del medio). De hecho, los programas pueden escucharse tal y como fueron emitidos o en forma de playlist en la que las canciones se consumen sin el marco de la voz de los presentadores.
¿Dónde está el problema de Beats 1 como punta de lanza del modelo de radio online? En que, pese a que está funcionando a plena potencia en nuestro país, sigue siendo una radio globalizada en la que la excepción española no tiene cabida. Si esto es algo que cambiará en el futuro, dando cabida a programas realizados desde aquí, sólo Apple lo sabe. Mientras tanto, no está de más ir recuperando la fe en la radio musical… aunque no sea española.
Fuente El País - España
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