La corrupción se mantiene como un problema sistémico en Latinoamérica, con Venezuela como máximo exponente y con Uruguay y Chile como los países más transparente de la región, según el último Índice de Percepción de la Corrupción 2015 de la ONG Transparencia Internacional.
En el estudio, basado en la percepción de expertos del sector privado sobre la corrupción en el público, destaca este año el caso de Brasil, el país que más descendió en el índice mundial (cinco puntos), tras salir a la luz el escándalo de Petrobras.
También bajó cuatro puntos Guatemala, con la caída del presidente Otto Pérez Molina, y Chile, ejemplo tradicional de limpieza en la región, perdió dos puntos en un año en el que el hijo de la presidenta, Michelle Bachelet, se vio envuelto en un caso de corrupción.
A pesar de ello, señaló a Efe el director de las Américas de TI, Alejandro Salas, 2015 debería ser considerado como un año "muy interesante", ya que salieron a la luz grandes escándalos en distintos países y personas que parecían intocables apenas doce meses antes acabaron en la cárcel o ante la justicia.
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